El florín.

Una de las más hermosas monedas es la de un florín de 1849. Es una moneda muy buscada por coleccionistas ya que se encuentran pocas en buen estado, al igual que los dos siguientes tipos, en los que se muestra un busto similar pero con diferente leyenda y en letra gótica.




El florín, que equivale a dos chelines, es una moneda relativamente grande en la que se puede apreciar correctamente detalles pequeños.

En la imagen podemos apreciar la riqueza de la ornamentación tanto en el anverso como en el reverso, sin que se aprecie abigarramiento.

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